1. Gastroenteritis.
2. Estreñimiento.
3. Cáncer de intestino delgado.
1. Gastroenteritis aguda
La gastroenteritis se caracteriza por pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarrea moderada o intensa y malestar en el abdomen, y suele deberse a una infección que se adquiere al consumir alimentos contaminados.
Gastroenteritis aguda
¿Qué es la gastroenteritis?
La gastroenteritis es un conjunto de trastornos producido por la inflamación de la mucosa gástrica y de la mucosa intestinal y cuyo síntoma principal es la diarrea. Puede estar acompañada por otros síntomas como náuseas y vómitos, pérdida de apetito, retortijones y malestar en el abdomen. En más del 90% de los casos se debe a una causa infecciosa.La gastroenteritis aguda también se suele conocer como diarrea aguda. La diarrea se considera aguda cuando no supera las dos semanas de duración, se llama persistente cuando dura entre dos y cuatro semanas y crónica si dura más de cuatro semanas. Esta clasificación es importante pues la causa de la diarrea, las pruebas que se hacen para estudiarla, el tratamiento y el pronóstico cambian mucho según la duración de la enfermedad.
La gastroenteritis aguda es un proceso muy frecuente, con una incidencia en el mundo occidental de entre 0,5 y 2 episodios por persona y año. Suele ser una enfermedad benigna que se autolimita en pocos días. Sin embargo, cuando afecta a niños, ancianos o pacientes inmunodeprimidos puede conllevar complicaciones graves. En los países en desarrollo la gastroenteritis aguda es mucho más frecuente, especialmente entre los niños, y presenta una elevada mortalidad.
Causas de la gastroenteritis aguda
Inflamación de la mucosa intestinal |
La diarrea aguda se puede originar por varios motivos, aunque más del 90% tienen una causa infecciosa. Generalmente, las gastroenteritis son originadas por microorganismos que se encuentran en el agua o en los alimentos, contaminados, habitualmente, por heces infectadas. La infección también se puede transmitir de una persona a otra, o por un animal, normalmente por vía oral (llevarse las manos a la boca después de haber entrado en contacto con un posible foco del síndrome).
Bacterias capaces de liberar ciertas sustancias.
Algunas bacterias son capaces de liberar ciertas sustancias, enterotoxina, que alteran la mucosa intestinal, provocando una liberación de sodio y cloro con la subsiguiente expulsión de agua. Este tipo de diarreas fundamentalmente acuosas son producidas por bacterias como Escherichia coli (diarrea del viajero), Vibrio cholerae (cólera) o Shigella spp.
Otras bacterias invaden el revestimiento mucoso intestinal, provocando una lesión orgánica en la pared intestinal y produciendo, además de pérdida de agua, líquido con alto contenido en proteínas. En ocasiones este líquido contiene moco y sangre; a estas gastroenteritis se las conoce como diarreas disenteriformes. Algunos de los microorganismos que producen este tipo de gastroenteritis son Salmonella o Campylobacter.
Vibrio cholerae |
Shigella spp |
Las bacterias también causan diarreas; a este respecto los científicos distinguen tres mecanismos (patogenia) distintos por los que los agentes patógenos pueden causar una diarrea:
- De tipo secretor: las bacterias dañan las células de la mucosa intestinal y provocan la liberación (secreción) de electrolitos al interior del intestino (lumen intestinal). Para equilibrar la mayor concentración de electrolitos en el lumen intestinal, se difunde agua desde las células hacia la luz del intestino: la diarrea comienza. Normalmente, es causada por una toxina de la bacteria que provoca la activación de la secreción de electrolitos por la célula.
- De tipo invasivo: las bacterias penetran al interior de las células del intestino, donde se multiplican y terminan por destruirlas. La consecuencia es una infección purulenta. Las diarreas son mucosanguinolentas y van acompañadas de dolores abdominales espasmódicos.
- De tipo penetrante o mecanismo mixto o no preciso: las bacterias no destruyen las células, pero provocan una inflamación. No está claro por qué y cómo se produce exactamente la diarrea. Posiblemente se produce una adhesión de las bacterias a las células y un aumento de la secreción de moco.
- De tipo secretor: Vibrio cholerae (enfermedad: cólera), ECEP (Escherichia coli enteropatógena), ECET (Escherichia coli enterotoxigénica),
- De tipo invasivo: Shigella (enfermedad: disentería o shigellosis), Campylobacter, Clostridium difficile, ECEI (Escherichia coli enteroinvasiva), ECEH (Escherichia coli enterohemorrágica),
- De tipo penetrante: salmonella (enfermedades: salmonelosis o enteritis por Salmonella) y Yersinia.
Los virus pueden provocar diarreas secretoras. De hecho, en las zonas de clima templado, durante el invierno, los virus son los principales responsables de la proliferación de diarreas, lo suficientemente graves, como para que los niños menores de 4 años tengan que ser hospitalizados. Algunos de los virus que originan la gastroenteritis son los rotavirus, adenovirus entéricos o astrovirus.
Los siguientes virus se consideran causantes frecuentes de infecciones gastrointestinales:
En el caso de los lactantes y niños pequeños, los rotavirus ocupan el primer puesto entre las causas de la gastroenteritis, seguidos de los norovirus. En los adultos los norovirus causan aproximadamente la mitad de los casos. Las enfermedades diarreicas por norovirus se presentan a lo largo de todo el año, pero son más frecuentes en los meses de octubre a marzo.
Los parásitos pueden invadir o adherirse al intestino provocando náuseas, vómitos, diarrea y malestar general. Estos parásitos son Giardia lamblia y Crytosporidium, que normalmente se adquieren al beber agua contaminada.
Las diarreas agudas que no son provocadas por causas infecciosas suelen ser debidas a la ingestión de sustancias tóxicas, intolerancia a la lactosa, ingesta de metales pesados, o por los efectos secundarios de ciertos fármacos.
Grupos de riesgo
Debido a su mayor exposición a los agentes causantes de la gastroenteritis se distinguen los siguientes grupos que pueden verse afectados con mayor facilidad:
- Los viajeros: casi el 40% de los turistas que llegan a las regiones endémicas de Latinoamérica, África y Asia sufren la llamada diarrea del viajero. Esta es debida a infecciones originadas por bacterias a las que la población local está acostumbrada.
- Las personas que consumen habitualmente ciertos alimentos; como por ejemplo la mayonesa, la nata, huevos o mariscos.
- Las personas con inmunodeficiencias. Las personas con las defensas bajas pueden sufrir diarreas con más frecuencia, debido a que su sistema inmune debilitado tiene dificultades para combatir a los microorganismos (personas con inmunodeficiencias congénitas, sida, bajo tratamiento con inmunodepresores o ancianas).
- El personal de las guarderías y sus familiares.
- Quienes residen en centros de acogida u hospitales.
Síntomas y diagnóstico de la gastroenteritis aguda
La sintomatología varía según el origen de la diarrea aguda, y también en función de las características de la persona que la sufre. Los síntomas suelen comenzar repentinamente con la pérdida de apetito, náuseas o vómitos. Además, pueden aparecer ruidos intestinales, retortijones y diarrea, con o sin presencia de moco y sangre. El intestino puede expandirse debido al gas y provocar dolor. El paciente también puede tener fiebre, y experimentar cansancio y dolores musculares.
Los síntomas de la gastroenteritis aguda pueden acarrear una acentuada deshidratación e hipotensión (reducción de la tensión arterial). Los vómitos y la diarrea pueden causar una grave pérdida de potasio y de sodio. Estos desequilibrios electrolíticos son potencialmente graves.
Diagnóstico de la gastroenteritis aguda
El diagnóstico se puede hacer principalmente a partir de la sintomatología. De esta manera, no es posible deducir cuál es la causa de la diarrea, pero sí saber que la persona tiene gastroenteritis aguda, y actuar en consecuencia.A veces puede estar relacionada con el hecho de que personas del entorno familiar o laboral del enfermo hayan tenido también diarrea aguda. En otras ocasiones, la gastroenteritis puede estar originada por el consumo de alimentos inadecuadamente cocinados, en mal estado o contaminados, como la mayonesa o los mariscos crudos. Los viajes o actividades realizadas pueden aportar datos valiosos para el diagnóstico de la diarrea aguda.
Si los síntomas son fuertes, o se alargan más de 48 horas, se pueden analizar muestras de las heces para buscar la presencia de glóbulos blancos y de bacterias, virus o parásitos. También ayudará a identificar el origen de la diarrea aguda el análisis de los vómitos, los alimentos o la sangre.
Tratamiento de la gastroenteritis aguda
En todas las diarreas agudas la reposición de líquidos y electrolitos tiene una importancia fundamental. Aun vomitando, el consumo de líquidos es necesario para corregir la deshidratación y frenar los vómitos que acompañan la gastroenteritis aguda.
En los casos leves la diarrea puede tratarse con un simple aporte de líquidos. Cuando esta es más intensa, y para evitar la deshidratación, la principal causa de muerte, hay que administrar bebidas con azúcar y electrolitos (bebidas deportivas o similares, como el suero casero). En caso de deshidratación extrema, sobre todo en bebés y ancianos, es precisa la rehidratación intravenosa.
A medida que los síntomas mejoran, se pueden incorporar a la dieta comidas blandas como cereales cocinados, yogur líquido, plátanos, arroz, manzana rallada, o pan tostado. Si esto no mejora la diarrea después de un día, y si no hay sangre en las heces que señale una infección bacteriana más importante, pueden administrarse fármacos como difenoxilato, loperamida o subsalicilato de bismuto.
El uso prudente de los antibióticos está indicado en determinados casos de diarrea aguda, pudiendo disminuir su intensidad y duración. No obstante, los propios antibióticos pueden causar diarrea y favorecer el crecimiento de los microorganismos resistentes a estos. Por ello, la decisión del uso o no de este tipo de fármacos para el tratamiento de la gastroenteritis aguda debe ser tomada por un especialista competente.
En los casos leves la diarrea puede tratarse con un simple aporte de líquidos. Cuando esta es más intensa, y para evitar la deshidratación, la principal causa de muerte, hay que administrar bebidas con azúcar y electrolitos (bebidas deportivas o similares, como el suero casero). En caso de deshidratación extrema, sobre todo en bebés y ancianos, es precisa la rehidratación intravenosa.
Cómo hacer un suero casero
Dentro del tratamiento de la gastroenteritis aguda, un remedio clásico y barato para ayudar a la rehidratación es el suero casero. La receta para prepararlo es la siguiente:- Un litro y medio de agua hervida o embotellada (de esta manera nos aseguramos la ausencia de microorganismos que pudieran ser nocivos para el enfermo).
- El zumo de un limón.
- Un par de cucharadas soperas de azúcar.
- Una cucharadita de sal y otra de bicarbonato.
¿Cuándo podré comer algo... y el qué?
A medida que los síntomas mejoran, se pueden incorporar a la dieta comidas blandas como cereales cocinados, yogur líquido, plátanos, arroz, manzana rallada, o pan tostado. Si esto no mejora la diarrea después de un día, y si no hay sangre en las heces que señale una infección bacteriana más importante, pueden administrarse fármacos como difenoxilato, loperamida o subsalicilato de bismuto.
El uso prudente de los antibióticos está indicado en determinados casos de diarrea aguda, pudiendo disminuir su intensidad y duración. No obstante, los propios antibióticos pueden causar diarrea y favorecer el crecimiento de los microorganismos resistentes a estos. Por ello, la decisión del uso o no de este tipo de fármacos para el tratamiento de la gastroenteritis aguda debe ser tomada por un especialista competente.
2. Estreñimiento.
El estreñimiento es un síntoma no una enfermedad. Los pacientes al referirse a él, no dan una definición uniforme. Nuestros mayores habitualmente tienen una idea particular de su hábito intestinal, considerando estreñimiento la emisión de deposiciones infrecuentes, la emisión de heces demasiado duras y/o pequeñas, dificultad en expulsión de éstas o sensación de evacuación incompleta.
En la práctica clínica, se define el estreñimiento por 1 criterios: 1) Defecación infrecuente: menos de 3 deposiciones semanales.
En la práctica clínica, se define el estreñimiento por 1 criterios: 1) Defecación infrecuente: menos de 3 deposiciones semanales.
¿que es un estreñimiento?
Alteración del intestino que consiste en una excesiva retención de agua en el intestino grueso y el consiguiente endurecimiento de las heces, por lo cual se hace muy difícil su expulsión.
causas del estreñimiento y consecuencia
causas
- Malos hábitos. No prestar atención a la urgencia de defecar o hacerlo sin dedicarle el tiempo necesario.
- Dieta pobre en frutas, verduras y legumbres, cereales y frutos secos.
- Es la causa más común del estreñimiento y su curación depende, en gran medida, de que la pesona cambie sus hábitos alimentarios.
- Ingestión insuficiente de líquidos. El agua y la fruta en zumo favorecen la deposición de las heces gracias a su acción humectaste del intestino.
- Falta de ejercicio físico. La práctica del ejercicio, además de otros beneficios para la salud, contribuye a aligerar el tránsito intestinal y por tanto, a la evacuación de la materia fecal.
- Factores psicológicos. Los más relevantes son el estrés asociado a la vida actual y los cambios bruscos que ésta conlleva, y el hecho de no disponer de un ambiente adecuado que estimule el reflejo de la evacuación.
- Ingestión de ciertos medicamentos. Hay muchas sustancias farmacológicas que provocan estreñimiento como efecto secundario: morfina, proteína, psicoanalítico, antidepresivos, interpretativos, suplementos de calcio y hierro, diuréticos, etc.
consecuencia
|
como tener una dieta valenciana para evitar el estreñimiento.
El tratamiento del estreñimiento depende fundamentalmente de la causa que lo produce. La mayoría de las veces será suficiente con añadir fibra a la dieta. Si se relaciona con la toma de fármacos, y estos se pueden cambiar por otros, será aconsejable hacerlo. En otras ocasiones puede ser necesario recurrir a la cirugía. 3. Cáncer del Intestino delgado. ¿Qué es el Cáncer del Intestino delgado?
El cáncer de
intestino delgado es una enfermedad poco frecuente en la que se forman células
malignas (cancerosas) en los tejidos del intestino delgado.
El intestino delgado es parte del aparato digestivo del cuerpo, que también incluye el esófago, el estómago y el intestino grueso. El aparato digestivo elimina y procesa nutrientes (vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas y agua) de los alimentos y ayuda a evacuar los desechos del cuerpo. El intestino delgado es un tubo largo que conecta el estómago con el intestino grueso. Se pliega varias veces para acomodarse dentro del abdomen.
Etapas de cáncer de intestino delgado.
Causas del cáncer del intestino delgado
Desafortunadamente, la causa de la mayoría de los cánceres del intestino delgado es desconocida.
Hay, sin embargo, algunos factores de riesgo posibles que pueden aumentar la posibilidad de una persona desarrollar el cáncer del intestino delgado. Algunos ejemplos son: enfermedad de Crohn, enfermedad celiaca de esprue, síndrome de Peutz-Jegher, y poliposis intestinal.
La inmunodeficiencia, (disminución de la capacidad del cuerpo de luchar contra enfermedades, por ejemplo debido a la SIDA) aparece aumentar el riesgo de los cánceres del intestino delgado, particularmente los linfomas. Los tumores del intestino delgado aparecen ser levemente más comunes en hombres.
Síntomas del cáncer del intestino delgado
Dado lo raro del cáncer del intestino delgado comparado con muchas otras enfermedades cancerosas y no cancerosas, es ya una diagnosis difícil. Encima de eso, los síntomas del cáncer del intestino delgado son generalmente no específicos, agregando a la dificultad de la diagnosis.
Los síntomas comunes incluyen:
Dolor abdominal
perdida de peso Tratamiento |
Existen tratamientos para todos los pacientes con cáncer del intestino delgado. Se emplean tres clases de tratamiento:
- cirugía (extracción del cáncer)
- radioterapia (uso de altas dosis de rayos X para eliminar células cancerosas)
- quimioterapia (uso de medicamentos para eliminar células cancerosas).
La cirugía es el tratamiento más común para eliminar el cáncer. También se pueden extraer los nódulos linfáticos en el área para analizarlos en el microscopio con el fin de determinar si éstos contienen células cancerosas. Si el tumor es grande, el médico puede extraer la sección del intestino delgado que contiene cáncer y volver a conectar el intestino.
La radioterapia consiste en el uso de rayos X de alta energía para eliminar células cancerosas y reducir tumores. La radiación puede provenir de una máquina afuera del cuerpo (radioterapia externa) o de materiales que producen radiación (radioisótopos) a través de tubos plásticos delgados que se aplican al área donde se encuentran las células cancerosas (radioterapia interna). A veces también se administran medicamentos que hacen que las células cancerosas sean más sensibles a la radiación (radiosensibilizadores). La radiación se puede usar sola o junto con cirugía y/o quimioterapia.
La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos para eliminar células cancerosas. La quimioterapia puede tomarse en forma oral, o puede administrarse en el cuerpo con una aguja en una vena o músculo. La quimioterapia se considera un tratamiento sistémico ya que el medicamento es introducido al torrente sanguíneo, viaja a través del cuerpo y puede eliminar las células cancerosas afuera del intestino.